Probablemente te haya pasado el día que festejaste una victoria, una derrota o simplemente te fuiste de parranda con tus amigos y tomaste de más, que al otro día amaneciste con una laguna mental?
Aveces no es tan bonito olvidar y más cuando todos te lo recuerdan y tu no sabes si realmente paso o no.
Por otra parte ¿quién no ha querido eliminar un mal recuerdo que te va a seguir hasta el último día de tu existencia?
Pues bien, para el primer ejemplo aún no se da a conocer la fórmula para poder recuperar esos recuerdos de la laguna mental, pero para el ejemplo 2 tenemos una buena noticia (hasta cierto punto)...
Científicos consiguen borrar recuerdos con luz
Un equipo de científicos del Centro de Neurociencias de la Universidad de California en Davis (EEUU) ha conseguido borrar recuerdos específicos en ratones con luz, más concretamente, haciendo uso de una técnica llamada optogenética, que en general consiste en hacer incidir luz sobre ciertas células de tejidos vivos (entre ellas, las neuronas) para controlar eventos específicos.
Probando una hipótesis
Durante unos 40 años, los neurocientíficos han teorizado que la recuperación de recuerdos episódicos - recuerdos de lugares y de eventos específicos- implica una actividad coordinada entre dos regiones del cerebro: la corteza y el hipocampo. Los científicos Kazumasa Tanaka y Brian Wiltgen, junto a sus colaboradores, usaron la optogenética para probar esta hipótesis.
Para ello, utilizaron ratones genéticamente modificados de manera que, cuando se activaban sus neuronas, estas brillaban con fluorescencia verde. Al mismo tiempo, dichas neuronas expresaban una proteína que permite desactivar con luz a las células nerviosas.
De este modo, los científicos consiguieron dos cosas: por un lado, seguir con exactitud qué neuronas se activaron en la corteza y el hipocampo cuando los ratones aprendían y recuperaban recuerdos. Por otro, desactivar dichas neuronas con luz, dirigida hacia ellas con un cable de fibra óptica.
Además de manipular genéticamente a los roedores, para el experimento estos recibieron un entrenamiento específico. Fueron colocados en una jaula en la que recibían una descarga eléctrica leve.
Normalmente, cuando los ratones son ubicados en un nuevo entorno, se ponen a explorarlo. Pero, como es lógico, cuando se les pone en una jaula en la que han recibido previamente una descarga eléctrica, se quedan paralizados, por temor a sufrir una nueva descarga.
Resultados obtenidos
Tanaka y Wiltgen consiguieron lo siguiente. Por una parte, demostraron que podían identificar las células que participaban en el aprendizaje de la relación entre un sitio y la descarga eléctrica; y que dichas neuronas se reactivaban cuando era necesaria la recuperación de esa memoria aprendida, esto es, cuando se recolocó a los animales en la jaula de la descarga.
Por otra parte, “apagando” a continuación con luz las células nerviosas específicas del hipocampo implicadas en la formación de ese recuerdo, lograron que los ratones perdieran dicho recuerdo y que, en consecuencia, perdieran el miedo a la jaula de la descarga.
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